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Traducir a Holzkamp
Comprender un texto es precondición esencial para su traducción. Más allá de preguntar cómo se podría repetir en la lengua meta lo que allí se dice, hay que dilucidar, rastrear y trazar el carácter de la fundamentación, así como las referencias, la intención y la actualidad del texto. Pero también se trata de la inter-acción en la que surgió el texto y del modo en el cual el autor actúa por intermedio del texto. Sin desarrollar un análisis sistemático, Santiago Vollmer se aproxima a este enfoque de la traducción, sobre la base de sus experiencias como traductor de Klaus Holzkamp.
Publicado en alemán en Forum Kritische Psychologie – Neue Folge 3, 2021, pp. 148-170. Reescrito en castellano por el autor, para Teoría y Crítica de la Psicología, Vol. 17 (2022).
Palabras clave: comprensión textual, Holzkamp, Psicología Crítica berlinesa, texto/contexto, traducción.
La versión PDF de este artículo puede descargarse en el sitio web de la revista Teoría y Crítica de la Psicología.
Comprender un texto es precondición esencial para su traducción. Más allá de preguntar cómo se podría repetir en la lengua meta lo que allí se dice, hay que dilucidar, rastrear y trazar el carácter de la fundamentación, así como las referencias, la intención y la actualidad del texto. Pero también se trata de la inter-acción en la que surgió el texto y del modo en el cual el autor actúa por intermedio del texto. Sin desarrollar un análisis sistemático, trataré de aproximarme a este enfoque de la traducción, sobre la base de mis experiencias como traductor de Holzkamp.
Ciertamente, muchos de los textos «críticos» de Klaus Holzkamp están orientados hacia su inteligibilidad. Esto, al menos en la medida en que la vía tomada a partir de 1968, en camino a la elaboración «histórico-empírica» de las «categorías» mediante las cuales han de aprehenderse las manifestaciones de la subjetividad humana, se orienta hacia su trazabilidad y verificabilidad. Por otra parte, desde un primer momento –incluso en vista de la primera obra en esta línea, el Sinnliche Erkenntnis[1] (Holzkamp, 1973)– se problematizó el «estilo extremadamente complicado» de su exposición (Leóntiev, 1977). Y frecuentemente se citó asimismo la frase de Holzkamp acerca del gran esfuerzo que puede suponer la lectura de su Grundlegung der Psychologie[2] (1983a). Volveré tanto sobre la inteligibilidad básica del texto, como sobre las dificultades para la lectura que, a nivel formal, se imponen en el mismo. Ambas nos aportan pistas importantes a la hora de examinar el significado del texto a traducir. Las cuestiones serán: ¿tratando qué cosas y en discusión e intercambio con quiénes surgió el texto? ¿En qué consistía el «estilo complicado», por el cual podía suponer un «gran esfuerzo» la lectura? ¿Quién estuvo dispuesto a asumir las dificultades que imponía ese estilo? Yendo más allá de la inmanencia del texto, esta pista nos conducirá hacia la relación texto-contexto. Nuestra mirada se dirigirá entonces hacia el modo en que el contenido, pero también el estilo del texto, no solo se encuentran en conexión con el autor y su trabajo, sino con una historia de movimientos y luchas culturales: referencias a otras autoras y autores, referencia a determinados aspectos de la realidad social que Holzkamp comparte con un movimiento estudiantil no solo receptor, e incluso, surgimiento y formación de sus textos en interacción con este movimiento. La «fidelidad» al original, la cuestión del «cómo» de la traducción de un texto como este, de «estilo complicado» –tal es mi tesis–, debe pensarse a la luz de esta concepción ampliada del significado textual por traducir.
Orientación hacia la inteligibilidad
Vista en su conjunto, la obra «crítica» de Holzkamp –es decir, su obra a partir del giro que inicia con el movimiento estudiantil de 1968 y el estudio de El capital de Marx– apunta hacia la transparencia, trazabilidad y, en este sentido, inteligibilidad. Hasta allí casi no se discutía de manera sistemática sobre la cuestión de la fundamentación científica de los conceptos o categorías mediante las cuales nos referimos al objeto de investigación en la psicología. Por lo general, esta cuestión siquiera se planteaba. Qué cosas se suponen del objeto –el psiquismo humano– con las categorías aplicadas en la investigación de cada caso, y si acaso estas suposiciones son adecuadas, no parecía estar en cuestión. Se trataba únicamente de controlar, de manera más o menos severa, con qué métodos se llevan a cabo las investigaciones empíricas. El debate acerca de la cientificidad en la psicología giraba en torno a la cientificidad de los métodos aplicados en cada caso, los que la psicología tomaba de diferentes ciencias: métodos científico-naturales, estadístico-experimentales, de la teoría de los tests, hermenéuticos, etc.
Tomando por base el desarrollo conceptual reconstructivo-genético aplicado por Marx en El capital, Holzkamp sitúa la cuestión previa, acerca del desarrollo conceptual o categorial, en el centro del debate. Marx sigue «la génesis» de la «forma dineraria, […] el desarrollo de la expresión del valor contenida en la relación de valor existente entre las mercancías: desde su forma más simple y opaca hasta la deslumbrante forma de dinero» (El capital, p. 59), y por esta vía desarrolla los conceptos para la crítica de la economía política. De una manera similar, Holzkamp desarrolla genético-reconstructivamente las categorías del psiquismo humano[3].
A grandes rasgos: El punto de partida lo constituyen las representaciones usuales del psiquismo, en la vida cotidiana como en la ciencia. A continuación se retrocede, en un primer paso, hasta el origen del psiquismo como tal, para, a partir de allí, reconstruir el proceso histórico-natural a través del cual se formaron y diferenciaron las funciones del psiquismo. A través de la antropogenia, y con la transición al nivel económico-social de la producción de la vida, la reconstrucción llega finalmente a una nueva determinación de la cualidad del psiquismo específicamente humano.
Por primera vez es posible investigar empíricamente y, en general, reflexionar sobre lo que hoy en día, de acuerdo con el nivel actual de los conocimientos científicos, puede caracterizar los conceptos psicológicos adecuados o, como los llama Holzkamp, las «categorías». (Y para las psicólogas y psicólogos debería tratarse de abordar la investigación empírica concreta y actual de una manera reflexiva, utilizando categorías lo más adecuadas posibles; tratando de no reducir lo humano a lo pre-humano o animal, ni de atribuirle características inventadas a las personas).
En lo que respecta a la inteligibilidad como requisito para la traducción, resulta interesante sobre todo un punto: por primera vez, los supuestos que una categoría transporta e introduce a la investigación concreta se obtienen de forma empírica-histórica, son básicamente trazables para cualquier persona, verificables y (mediante un examen de la reconstrucción genética) también corregibles.
Sobre las «reconstrucciones genéticas» elaboradas en la Psicología Crítica[4] puede decirse, en cierto sentido, lo mismo que W. F. Haug demostró con referencia al procedimiento utilizado en El capital: hasta en la elección del comienzo de la reconstrucción encontramos «necesariamente la exigencia democrática de que cualquiera tiene que poder concurrir en él y que la secuencia a partir de ese mismo comienzo tiene que ser vinculante. Al modo como se continúa, por tanto, hay que imponerle la exigencia de que sea ‘verificable’. No puede permitirse ninguna sugerencia por la mera repetición de determinados resultados, ningún convencimiento meramente retórico, se trata en cada caso de que cada paso de un punto al siguiente sea verificable, pues no otra cosa puede querer decir que sea comprensible. Lo esencial aquí no es precisamente el resultado, sino su desarrollo» (1974 b, p. 62).
Al menos en lo que se refiere al enfoque, se ofrecen aquí medios para las lectoras y lectores/ traductoras y traductores, que van más allá de la mera repetición y facilitan el necesario re-pensar lo que allí se dice. Desde un comienzo, todas y todos deben tener la posibilidad de trazar, comprender y cuestionar cada uno de los pasos realizados en la reconstrucción. Esto, en un principio, con referencia a la lectura, el aprendizaje y la reflexión en la lengua alemana (de origen).
Un «estilo extremadamente complicado»
Engels llamó a Marx «el escritor alemán más difícil de traducir» (1885, p. 230). Los escritos de Holzkamp no suelen representar un material fácilmente accesible, y esto tampoco en alemán. Como lo admite él mismo en el prefacio de la Grundlegung: «dirán que supone un gran esfuerzo leer este libro» (1983 a, p. 21). El texto Sinnliche Erkenntnis, la obra crítica temprana de Holzkamp, Leóntiev (1977) lo reseña como un «fenómeno sin lugar a dudas excepcional en la literatura psicológica occidental» en el que «se formulan de manera contundente» «los problemas teóricos» de la actualidad (p. 11). En cuanto al contenido, Leóntiev destaca, entre otras cosas, sus análisis del lenguaje, los que serían «de gran interés no sólo para el filósofo y el psicólogo, sino también para el lingüista» (p. 9). Por otra parte, desde un punto de vista formal, considera que el lenguaje de Holzkamp resulta excesivamente complejo «en cuanto al uso de los términos», con un «estilo de exposición extremadamente complicado» (p. 12)[5]. Según me comentó Gisela Ulmann (colaboradora de Holzkamp durante muchos años), a principios de los años ochenta, se envió la Grundlegung a traductores de la Unión Soviética, a través de contactos rusos, para su análisis. La respuesta, escrita en cirílico, que Holzkamp descifró con la ayuda de Ulmann, resultó negativa. Los especialistas consultados habían calificado el texto como demasiado difícil para su traducción al ruso.
Texto-contexto
En países como Alemania, Austria y Dinamarca, el hecho de que el estudio de los textos de Holzkamp suponga un gran esfuerzo no impidió que, desde 1968, varias generaciones se apropiaran su obra. Siguen existiendo grupos de lectura autoorganizados, universidades de verano muy concurridas (con una media de 500-1000 participantes) que se celebran regularmente en espacios autogestionados, congresos, eventos culturales como el «salón crítico-psicológico» de Berlín (en el espacio de cultura barrial Laika). Con una obra que cuestiona categorial y metodológicamente el mainstream, que no se orienta al mercado y resulta disfuncional a los intereses del capital, desde los años 90, el nombre de Holzkamp ha ido desapareciendo de los planes de estudio de las universidades alemanas. Aun así, dispersos en diversas universidades e institutos, algunos docentes, investigadoras e investigadores retoman sus planteamientos. El enfoque también está presente en países vecinos; por ejemplo, en algunas universidades danesas.
La cuestión de la existencia práctica de tales relaciones o de su surgimiento histórico en modo alguno es secundaria. Desde la perspectiva de la traducción, «comprender el texto» significa también comprender lo que, a lo largo de varias generaciones y en un determinado ámbito, motivó el «esfuerzo» necesario para el estudio de un material escrito en un «estilo extremadamente complicado». El material no es un contenido abstracto, escrito por un autor solitario y aislado, que en algún momento se encuentra con lectores abstractos. Con su argumentación, el autor se dirige más bien a lectoras y lectores con los que mantiene una determinada relación socialmente mediada. Independientemente de que percibamos un escrito de forma tan sólo marginal, de que lo leamos como lectura obligatoria en el contexto de una enseñanza frontal o en un grupo autoorganizado, en cuanto producto, su contenido no sólo se conecta con el autor y su obra, sino con una historia de movimientos y luchas culturales más o menos presentes.
En el caso de Holzkamp, el giro hacia la Psicología Crítica se vincula desde un principio con el movimiento estudiantil de 1968. «Era como si el renovador en él solo hubiera esperado el momento de dejarse envolver por el auge del movimiento» (Haug, 2022). Es un acercamiento mutuo: Holzkamp se orienta hacia el movimiento estudiantil, al preguntar, por ejemplo, con Habermas, por la relevancia técnica y emancipadora de la investigación psicológica (1970, p. 24; cf. 1972, p. 232), mientras que los estudiantes lo acogen e introducen en el movimiento. Estudia El capital de Marx en un seminario de lectura organizado por las y los estudiantes. En este debate, desde dentro del movimiento estudiantil, surge el proyecto de la Psicología Crítica, a partir de allí se constituyen sus relaciones productivas. Incluso el proyecto del desarrollo genético-reconstructivo de las categorías crítico-psicológicas, que finalmente desemboca en el proyecto de «situar el conjunto de la psicología sobre una nueva base científica, a través de la crítica y revisión de sus conceptos básicos y de las nociones metodológicas que implican» (Holzkamp 1983a, p. 19), responde a disputas sobre la función social de la psicología y el modo en que debería ser tratada, tal y como fueron formuladas en las resoluciones de diversos congresos del movimiento estudiantil (p. ej. Nantes 1968; Tubinga 1968, Hanover 1969; cfr. Holzkamp 1972, Cohn-Bendit 1968, p. 29 s. y Rexilius 1988, p. 397 ss.)
Figura central del Instituto de Psicología de la Universidad Libre de Berlín, Holzkamp no utiliza sus seminarios de los años 1970 y 80 simplemente para instruir. En sus clases, introduce las preguntas y los resultados de sus investigaciones y análisis. Los discute con las y los estudiantes mientras trabaja en una obra determinada. De este modo, Holzkamp no sólo se dirige a lectoras y lectores concretos, sino que incluye a una parte de los mismos en el proceso de su producción científica. Al mismo tiempo, como decíamos, las categorías se desarrollan por vía genético-reconstructiva en una crítica a la psicología existente. Según el tema, se dirigen, por lo tanto, a compañeros de lucha o colegas críticos, como A. N. Leóntiev en la Unión Soviética, L. Sève en Francia, y más adelante también J. Lave en los Estados Unidos, o se dirigen a representantes del psicoanálisis, como A. Lorenzer, de la teoría de la actividad, como W. Hacker, y de la psicología fenomenológica, como C. F. Graumann. Por último, incluyen en su crítica las teorías y autores conductistas y cognitivistas hegemónicos en el ámbito alemán y anglosajón. Cuando Holzkamp habla del mainstream psicológico, se refiere a una relación fáctica que se expresa en los currículos de toda Alemania, una relación que, por ende, también conocen sus lectoras y lectores: «cientificidad» como sinónimo de base fisiológica, base experimental de tipo conductista y cognitivista, aplicación de nociones probabilísticas de la estadística, etc. Por más que esto último constituya un tema controvertido, en términos de política científica, en Alemania, desde los inicios de la Psicología Crítica, la relación de fuerzas apenas ha cambiado en un sentido crítico-emancipador. Más bien se ajustó la función técnica de la ciencia. Así, cuando se habla de mainstream, se entiende también una relación, a través de la cual se decide qué puede (aún) enseñarse y examinarse en qué universidad o escuela superior, hasta qué punto, en esos lugares, deberían desarrollarse de forma autónoma las ciencias y hasta qué punto deberían subordinarse a las necesidades inmediatas y previsibles del capital. Incluso qué tipo de investigación psicológica recibe subvenciones de quién, o qué tipo de terapia es financiada por el seguro médico general, tiene relación con esta disputa.
Independientemente de cómo y por qué se pueda llegar a uno de sus textos, el texto se refiere críticamente a esta realidad. Por eso, en la medida en que comparten esa realidad, las lectoras y lectores que quieran reflexionar sobre la misma, pueden recurrir, con este fin, a ciertas posibilidades analíticas y argumentativas recogidas en el texto. Más allá de estas posibilidades contenidas en el texto, éste también se encuentra en relaciones y contextos a los cuales pueden recurrir las lectoras y lectores que quieran profundizar en el estudio del tema. La publicación forma parte de una determinada serie crítico-psicológica, los textos se encuentran en determinadas librerías, el libro aparece junto a otros del mismo tipo en los catálogos de determinadas bibliotecas públicas o universitarias. En algunas ciudades hay grupos de lectura o de estudio que se ocupan de la Psicología Crítica, en algunas universidades hay cursos crítico-psicológicos, y también son relativamente conocidas las universidades internacionales de verano.
Así pues, en países como Alemania, Austria y Dinamarca, las lectoras y lectores de un texto de Holzkamp que sigan buscando, descubrirán muy pronto que, efectivamente, existe una estructura de materiales disponibles con referencia al mismo. Y también descubrirán instituciones formales e informales en las que muchas personas recurren a la perspectiva crítica allí desarrollada y la estudian, por más que los textos no sean fáciles de leer.
Con un texto traducido, vuelven a establecerse este tipo de referencias en el nuevo espacio lingüístico. Al final del presente texto, volveré sobre este hecho y su significado. Antes, quiero examinar algunas de las dificultades que plantea el texto sensu stricto: por un lado, las dificultades de carácter formal asociadas al «estilo» de Holzkamp, por otra parte, los problemas más «clásicos» de la traducción alemán-castellano de textos marxistas, tomando como ejemplo la traducción de términos crítico-psicológicos. También mencionaré algunas de las «soluciones» escogidas frente a tales problemas.
«… gran esfuerzo»
Tal vez el «estilo de exposición extremadamente complicado» del que se queja Leóntiev con referencia al Sinnliche Erkenntnis –pero que de hecho parece aceptable para las lectoras y lectores estudiantiles de varias generaciones– radique en el modo en que construye la exposición del desarrollo categorial. Recoge a las lectoras y lectores en el nivel de los pre-conceptos psicológicos usuales, para luego conducirlos a través de la historia natural, por las formas previas de lo humano, hasta lo específicamente humano. La reconstrucción se basa en material ya investigado, entre otros, material etológico, paleontológico o etnológico. La novedad consiste en la interconexión o relación en la que se sitúa ese material. A partir de los pre-conceptos, se desarrollan conceptos (sobre las funciones) del psiquismo, persiguiendo o reconstruyendo el desarrollo del objeto. Los nuevos conceptos desarrollados en dicha reconstrucción no se introducen simplemente cuando llega un momento determinado. Por el contrario, en cada ocasión, se examinan los cambios cualitativos provocados por un nuevo desarrollo, se vuelve a reflexionar sobre la interconexión y relación modificada, y se registran los cambios relativos a cada uno de los conceptos que se introdujeron con anterioridad. Una dificultad especial para la traducción radica en la tendencia de Holzkamp a desplegar estas reflexiones en una sola y larga construcción oracional, en la que pueden integrarse varios de los conceptos desarrollados. A veces inserta añadidos entre paréntesis o como oraciones subordinadas en las frases ya de por sí largas. Para poder transmitir la argumentación de una manera más o menos adecuada, la traducción se ve casi obligada a subdividir la frase en varias oraciones, un problema que –según me comentó Ole Dreier– también se formuló tempranamente en relación con las traducciones al danés y al inglés.
En las reconstrucciones históricas de Holzkamp es visible el esfuerzo con el que intenta incluir analíticamente, en cada punto del desarrollo, los aspectos relevantes –según sea el caso, aspectos histórico-naturales, histórico-sociales, fenomenológicos, etc.–, sin caer en la «apariencia de una explicación causal» (1973, p. 50; véase asimismo Haug, 2022). Pero mientras Holzkamp intenta aprehender con rigor las relaciones e interconexiones más complicadas, sin negar la «visión limitada de las condiciones» que poseería el conocimiento humano (ibid.), para las lectoras y lectores, a medida que crece el número de aspectos considerados en un párrafo o incluso en una frase, ese intento parece, por momentos, desbaratarse.
El esfuerzo no es infundado: Un análisis descuidado y tal vez simplista puede llevar a resultados erróneos. Sólo en la Grundlegung, por ejemplo, pudieron corregirse las consecuencias problemáticas de la «universalización del enfoque histórico-funcional en la elaboración de la cualidad social humana del psiquismo». Para ello era necesario elaborar «nuevas cualificaciones, correspondientes al psiquismo bajo las condiciones del nuevo tipo de desarrollo socio-histórico, posterior al cambio de dominancia» (análisis del periodo denominado «campo transicional animal-ser humano»; Holzkamp 1984, p. 157; cursivas modif., SV). Antes de la Grundlegung, se había pasado por alto que, en este punto, la reconstrucción genética requiere un «procedimiento de análisis lógico-histórico más allá del análisis histórico-funcional» (ibíd.). En sus consecuencias, esto atañía nada menos que a la noción de las condiciones humanas en cuanto posibilidades histórico-sociales de acción y, asimismo, al par conceptual «capacidad restrictiva de acción» vs. «capacidad generalizada de acción» (p. 164 ss.), elaborado a partir de nuevos análisis, por citar sólo dos ejemplos.
A este tipo de esfuerzo analítico se refiere la frase de Holzkamp en la Grundlegung, de que no sólo puede suponer «un gran esfuerzo leer este libro», sino que «también supuso esfuerzo escribirlo» (1983a, p. 21). «La ciencia […] no se desenvuelve como un simple silogismo: ahí hay un antecedente, y del antecedente se sigue con necesidad lógica independientemente de mí esto y aquello», dice Holzkamp en sus Lecciones sobre la Grundlegung der Psychologie (1983b, Cinta 10), describiendo la «imbricación emocional», el compromiso, atravesado por momentos de incertidumbre existencial, que supuso emprender una empresa tan grande y prolongada como la de escribir dicha obra. Al leer, sigo reconociendo en muchos de los pasajes difíciles de traducir esos momentos en los que el autor trató de tener en cuenta todo el conjunto y decidir qué puede omitirse de forma justificada o trazable y qué debe considerarse importante. Tal vez en el Sinnliche Erkenntnis uno pueda «reconocer, en los conocimientos, cómo se los extrae a partir del material de investigación», mientras que en la Grundlegung se pone en primer plano la exposición sistemática, como dice Haug (2022). En la Grundlegung son el material ya elaborado y los conocimientos ya existentes los que tienen que ser, por así decirlo, visualizados nuevamente, para superar las contradicciones e inconsecuencias hasta ese momento existentes (cf. Holzkamp 1984, p. 157). También encuentro pasajes de estructura similar en el libro Aprender: fundamentación sujeto-científica (1993 b), en donde Holzkamp muestra cómo se pueden desarrollar las categorías de una teoría sujeto-científica del aprendizaje a partir de las categorías elaboradas sobre una base genético-reconstructiva y mediante la crítica de las teorías del aprendizaje existentes.
Escribir de manera traducible
Esta forma de desarrollar el conocimiento, sin embargo, es también parte de la fuerza del enfoque. Se desprende precisamente del intento de hacer transparente, trazable y verificable, para todas las lectoras y lectores, con relación a múltiples aspectos, el paso de un punto argumentativo al siguiente. ¿En qué medida puede combinarse esto con la propuesta de Günther Anders, de hablar «desde el primer momento […] de manera traducible o, mejor aún, de hacerlo directamente para la traducción» (1982, p. 45)? La tarea consiste en «averiguar qué volutas sintácticas hay que eliminar y qué colores mixtos deben omitirse, para que el dibujo resulte claro y posible de calcar a otras lenguas» (p. 46). «En comparación con el ideal de la profundidad de la lengua materna o de la plenitud del lenguaje culto, esto puede representar, ciertamente, un empobrecimiento. Pero una palabra pobre que llega a la lejanía, es más rica que una palabra rica que se escurre en casa sin alcanzar su objetivo» (p. 45). Para el futuro, valdría la pena el intento de universalizar y traducir de forma adecuada la –aún hoy novedosa– experiencia sujeto-científica. En la situación histórica posterior a 1968, hasta los años 1980 y 90, Holzkamp y su grupo de trabajo no se propusieron esta tarea. Al parecer, era más importante plasmar conceptualmente los conocimientos, también en el sentido de una autorreflexión, precisamente para quienes tomaban parte en la discusión inmediata sobre una perspectiva emancipadora en la psicología.
Las explicaciones de Holzkamp acerca de por qué merecería la pena la lectura –aunque difícil– de su Grundlegung pueden, por otra parte, entenderse también como razones por las que es importante traducir estos textos, a pesar de todas las dificultades. «No sólo que allí […] surgen nuevas perspectivas para una investigación y práctica psicológica más allá de la ceguera frente a las relaciones y de la inhumanidad latente de la psicología imperante. También se abren nuevas posibilidades para dilucidar la superficialidad de la propia visión del mundo y de uno mismo, en dirección a un conocimiento práctico más claro de los propios intereses en el contexto vital de la realidad de clases burguesa, desarrollando así la capacidad de acción con vistas a ampliar la autodeterminación y mejorar la calidad de vida generales, y por ende propias» (1983 a, p. 21).
La cuestión del «cómo»
Una traducción de Holzkamp que se ciña lo más posible al original tendría que reproducir en la lengua de destino la dificultad que el original ya representa para los lectores de habla alemana. No menos, pero tampoco más dificultades. Sin embargo, aquí entran inmediatamente en juego las dificultades que plantea la diferencia gramatical del castellano. Hay que desarmar y rearmar toda una estructura de frases. Si se utilizan conceptos formados por palabras compuestas, éstas deben desglosarse en palabras individuales (por ejemplo, Handlungsfähigkeit ≈ capacidad de acción, Begründungszusammenhang ≈ relación de las razones o fundamentaciones), y hay que tener cuidado de que sean reconocibles, en cuanto conceptos, para las lectoras y lectores. Estos son, por así decirlo, problemas normales y tradicionales en la traducción de textos marxistas, empezando por los del propio Marx.
A modo de ejemplo, una frase relativamente sencilla de El Capital de Marx, del capítulo sobre «El fetichismo de las mercancías», que contiene el término central –también utilizado por Holzkamp– objektive Gedankenformen o «formas del pensar objetivas». En la columna izquierda, el original alemán; en la de al lado, la traducción al castellano según P. Scaron (una de las mejores traducciones de esta obra):
«Es sind gesellschaftlich gültige, also objektive Gedankenformen für die Produktionsverhältnisse dieser historisch bestimmten gesellschaftlichen Produktionsweise, der Warenproduktion.» (1890 a, p. 90)
«Se trata de formas del pensar socialmente válidas, y por tanto objetivas, para las relaciones de producción que caracterizan ese modo de producción social históricamente determinado: la producción de mercancías.» (El Capital, 1975, p. 93)
La cursiva es mía y sirve para destacar el término objektive Gedankenformen, que Scaron tradujo como formas del pensar […] objetivas[6]. Separado según las reglas de la gramática castellana, la denominación conceptual puede pasar desapercibida para las lectoras y lectores hispanohablantes debido a su distribución en la frase. A través de una referencia –por ejemplo, en la bibliografía complementaria– puede destacarse la denominación o se la puede escribir conjuntamente, conectándola así con el concepto.
A esto se suman otros problemas clásicos, en la filosofía alemana –empezando por Marx–, por ejemplo, la costumbre de contrastar dos aspectos utilizando, por una parte, una expresión (alemana) de origen latino y, por otra parte, la respectiva palabra de origen germánico. A menudo, ambas expresiones se traducen con una misma palabra al castellano.
En la primera de las Tesis sobre Feuerbach, por ejemplo, se contraponen Gegenstand y Objekt, ambos ≈ objeto; Marx escribe:
Der «bisherige Materialismus» hat den «Gegenstand, die Wirklichkeit, Sinnlichkeit, nur unter der Form des Objekts oder der Anschauung gefasst […]; nicht aber als sinnlich menschliche Tätigkeit, Praxis; nicht subjektiv» (1845, p. 5).
Roces evita la repetición de la palabra objeto a manera de traducción de una y otra palabra, y resuelve el problema traduciendo Gegenstand como «cosa» y tan solo Objekt como «objeto»:
«… el materialismo precedente […] sólo capta la cosa, la realidad, lo sensible, bajo la forma del objeto o de la contemplación, no como actividad humana sensorial, [no] como práctica; no de un modo subjetivo»(Marx, 1970, p. 665).
En cambio, Echeverría traduce Gegenstand como «objeto I» y Objekt como «objeto II»:
En «el materialismo tradicional […] el objeto I, la realidad, la materialidad sólo es captada bajo la forma del objeto II o de la intuición sensible y no como actividad humana material, [no como] praxis; no subjetivamente»[7] (2011, p. 18).
En la obra de Holzkamp encontramos distinciones categoriales como gesellschaftlich / sozial, ambas traducibles como ≈ social. El hecho de que una persona se sitúe como «docente» frente a filas de «estudiantes» y les hable, se determina –por intermedio de una institución– socialmente (gesellschaftlich), en el sentido de una determinación a nivel de la sociedad (Gesellschaft). Que dos estudiantes estén hablando en el parque puede, por otra parte, estar también determinado a un nivel más bien «social» (sozial), en el sentido de una determinación por relaciones más inmediatas, menos «mediadas». Las categorías de la «psicología tradicional», escribe Holzkamp, han «ignorado […] la especificidad humana del psiquismo» precisamente por el hecho de reducir «la producción social [gesellschaftlich] de la vida al mero dominio individual de la existencia en un entorno social-inmediato [sozial] natural» (1984, p. 133).
No hay prácticamente ningún texto de Holzkamp que no contenga alguna variante de esta diferenciación. Tolman y Maiers (1991) introducen el neologismo societal como traducción al inglés del alemán gesellschaftlich (relativo a la sociedad), mientras que utilizan la palabra inglesa social a manera de traducción de sozial (en el sentido descrito, de lo que es más bien social-inmediato o social-interpersonal). En mi traducción, en cambio, utilizo la palabra castellana social para traducir el adjetivo gesellschaftlich. Esto se corresponde con la definición usual de los diccionarios de la lengua; por ejemplo la del DLE: «social. 1. adj. Perteneciente o relativo a la sociedad» (2021). La palabra alemana «sozial» la traduzco, según el contexto, como «social-inmediato» o también como «social-interpersonal». A veces la palabra «sozial» puede entenderse / traducirse directamente como «interpersonal»; así, el mismo Holzkamp analiza la relación entre el experimentador y el sujeto de experimentación como un «soziales, genauer: interpersonales Arrangement» (1993, p. 65), es decir, como un «orden social-inmediato o, más exactamente, interpersonal» (1993/2023, p. 109).
También en la reconstrucción categorial del psiquismo encontramos distinciones que recurren, por un lado, a un término alemán de origen latino y, por otra parte, a la respectiva palabra de origen germánico. Por una parte, se designan cuestiones pertenecientes o relativas a lo animal, lo natural-evolutivo o inespecífico-orgánico, por otra parte, cuestiones relativas a lo específicamente humano, es decir, a lo que es de carácter histórico-práctico y social. La actividad orgánica o animal se designa, por ejemplo, con la palabra Aktivität (en castellano, actividad), mientras que la actividad humano-social se designa con la palabra Tätigkeit (en castellano, también actividad).. Si «… Leóntiev […] habla de Tätigkeit [ruso ≈ dejatel’nost’] incluso en relación con los organismos animales», Holzkamp propone que, «en ese contexto, se utilice el término Aktivität [ruso ≈ aktivnost’]» y que «el término Tätigkeit se utilice únicamente para designar la actividad objetual de la vida conscientemente planificada del ser humano social». «A nuestro parecer, la aplicación de la palabra Tätigkeit a los organismos no-humanos conlleva el peligro de una antropomorfización» (1973, p. 71, nota 20)[8]. Ahora bien, para Leóntiev, en ruso, la posibilidad de una distinción lingüísticamente análoga a la propuesta por Holzkamp, venía dada por palabras como dejatel’nost y aktivnost. Sin embargo, dado que el castellano posee solo una palabra, actividad, que traduce tanto Tätigkeit / dejatel’nost’, como Aktivität / aktivnost’, no tenemos más remedio que añadir, según el caso: animal, orgánica, natural, o bien: humana, práctico-social, etc.
Dificultades similares surgen al traducir los términos Sozietät y Gesellschaft, en castellano ambos = sociedad. «Si se quiere captar adecuadamente la especificidad de las relaciones sociales [gesellschaftlich] de los seres humanos», escribe Osterkamp (1975, p. 194), «debemos exponer primero la filogénesis […] de las estructuras sociales [sozial] animales en sus rasgos fundamentales». Para diferenciar, Osterkamp habla de «Gesellschaft» en el caso humano y de «grupos, asociaciones, Sozietäten con peculiaridades específicas según la especie» en el caso animal (ibid.). También encontramos esta distinción en Schurig (1976, p. 168 s., passim) y, por último, en la Grundlegung de Holzkamp (1983 a). Pero por mucho que Holzkamp quiera evitar las antropomorfizaciones, al hablar, por ejemplo, de la «Makaken-Sozietät» (1983 a, p. 154), la traducción al castellano, «sociedad de macacos» correspondería (también) a ≈ Makaken-Gesellschaft (para este problema de traducción aún no he encontrado una solución satisfactoria).
Desde luego que también pueden utilizarse palabras sinónimas sin que cada vez se pretenda delimitar, contraponer, etc. los sinónimos en cuestión. Pero incluso en este caso puede ocurrir que no encontremos los correspondientes sinónimos para la traducción a la lengua de destino, sino una misma palabra para palabras diferentes. Esto puede resultar problemático, como en el caso de las palabras deuten e interpretieren, las cuales deben traducirse ambas como ≈ interpretar, pero en Psicología Crítica forman parte, en cada caso, de denominaciones conceptuales en contextos diferentes:
Deuten forma parte de Deuten / Begreifen, que traduje como interpretar / entender. Se trata de un «par conceptual» para el análisis de las formas en que se manifiesta la propia capacidad de acción y la propia situación subjetiva (bajo el aspecto del propio pensar; cf. p. ej. Holzkamp, 1983a, p. 394 s.). En un nivel completamente diferente, la palabra interpretar está contenida en el término Reinterpretation, traducido como reinterpretación. Esta última designa un «análisis de la relación entre el aporte y los límites que los conceptos existentes representan para el conocimiento, teniendo en cuenta sus funcionalidades sociales» (Markard 1994, p. 126). Prototípicas son, por ejemplo, la reinterpretación de las teorías de la motivación y del psicoanálisis freudiano, desarrollada por Osterkamp (1975, 1976), o también la reinterpretación de las teorías hegemónicas del aprendizaje, de Holzkamp (1993 b).
Traduje el par conceptual Deuten/Begreifen como interpretar / entender[9] y la palabra Reinterpretieren como reinterpretar. Ahora bien, en español, podría dar la impresión de que existe una conexión entre interpretar y reinterpretar, cosa que no se pretendía con las palabras Deuten y Reinterpretieren del original. El peligro se aminora por el hecho de que los pasajes en los que se habla de interpretar / entender, por una parte, y de la reinterpretación de teorías y conceptos, por otra parte, apenas coinciden. Además, al igual que en alemán, el prefijo re- en la palabra reinterpretar se refiere a un acto conscientemente reflexivo, lo que la diferencia de interpretar. Así pues, a partir de los distintos contextos, se puede aclarar fácilmente el sentido de la palabra, llegado el caso, gracias a las modificaciones que se introducen en la traducción. Pero queda la posibilidad de establecer una conexión que, en el original, no se daba de esta manera.
Por último, como en cualquier traducción, existe el problema de que las acepciones de una palabra en la lengua de origen nunca se corresponden totalmente con las acepciones de una palabra «correspondiente» en la lengua de destino. Como traductor, tengo que decidir cuáles son las acepciones que deben reproducirse en la lengua de llegada, pero también considerar qué ocurre si, como resultado, ciertas acepciones de las palabras ya no «resuenan» en el texto traducido: ¿Qué ocurre cuando la conexión Verhältnis–Verhalten se pierde al traducirse como, por ejemplo, relación-comportamiento? ¿Cómo se traduce entonces Verhalten-Zu? Se trata, en este caso, de un importante concepto, que Osterkamp y luego Holzkamp, adoptan de La Ideología Alemana de Marx:
«Allí donde existe una relación [Verhältnis], ésta existe para mí; el animal no se ‘posiciona’ en relación con nada [‘verhält’ sich zu nichts], ni, en general, podemos decir que ‘tome posición’ alguna.» «Mi relación hacia [Verhältnis zu] mi entorno es mi consciencia.» (1845-46, MEW 3, p. 30-31; citado por Holzkamp en 1984, p. 138; cfr. la traducción de Roces, 1970, p. 31, así como la de Vergara, 2005, p. 60).
Todos estos problemas se encuentran, pues, a la manera de Holzkamp, en frases que muy a menudo pueden extenderse a lo largo de diez, incluso quince líneas y que no pocas veces llevan la carga de varios conceptos, cada uno de los cuales transmite una noción sumamente compleja, que ahora se considerará en una nueva relación. Así surgen problemas de traducción y posibles soluciones, respecto a las cuales puede decirse lo que W. F. Haug escribió una vez en la correspondencia sobre mi corrección de la traducción de uno de sus artículos del Diccionario histórico-crítico del marxismo: «Tu lista de problemas demuestra que los traductores no pueden reproducir, sino que crean algo nuevo. Y el cómo de cada caso es un asunto delicado».
Intentos de solución
Desde un principio, Holzkamp desarrolla sus investigaciones en intercambio y discusión con estudiantes y colegas, dirigiéndose a ellas y ellos. Pero no sólo eso: a partir de una determinada etapa, adopta un enfoque práctico y supone lectoras y lectores que, por ejemplo, tienen acceso a los anteriores escritos de la Psicología Crítica.
En la Grundlegung, Holzkamp revisa sistemáticamente una serie de obras anteriores de la Psicología Crítica, reuniendo, en el contexto de una renovada «reconstrucción genética» del psiquismo humano, una cantidad de datos y resultados científicos que se citaban en dichas obras. Pero en lugar de introducir la bibliografía de las citas originales, ahora se limita a indicar las obras psicológico-críticas revisadas. Las lectoras y lectores que deseen comprobar la información original sobre los resultados científicos citados, deberán consultar primero estas últimas obras. Y también en su libro Aprender: fundamentación sujeto-científica, Holzkamp introduce «solo el mínimo de concepciones analítico-categoriales» que resulte «estrictamente necesario para la comprensión de las explicaciones que […] se realicen y, por lo demás», remite «a la bibliografía respectiva, es decir, a los pasajes y contextos en los que se expusieron y fundamentaron los conceptos en cuestión. […] quien quiera formarse una idea cabal y emitir su propio juicio con respecto a la Psicología Crítica, deberá estudiar la bibliografía indicada.» (1993 b).
Incluso desde este punto de vista práctico, resulta imposible que la traducción parta de la relación (mediada por el texto) que en la lengua de partida existe entre autor y lectoras / lectores, y la reestablezca adecuadamente en la lengua de llegada. No existen todavía traducciones de los textos crítico-psicológicos tempranos en los que pudieran consultarse tales referencias literarias.
Se puede tratar de compensar esto, aunque limitadamente, a través de un aparato de notas a pie de página, como hice, por ejemplo, en los libros Ciencia marxista del sujeto (Holzkamp 2015, primera recopilación y traducción al castellano de artículos de los años 1984-1995) y Aprender (Holzkamp 1993 b). El prólogo de la edición no sólo puede proporcionar una explicación introductoria sobre la función de los conceptos más relevantes, sino también ilustrar cómo tuvo lugar su elaboración en el desarrollo histórico del enfoque (v. el Prólogo a Ciencia marxista del sujeto, de Morus Markard). Pero estas siguen siendo explicaciones y referencias dentro de un libro, a lo sumo dos. En Aprender (Holzkamp, 2023), traducción del libro Lernen (1993), se hace referencia a ocho de los textos de Holzkamp publicados en Ciencia marxista del sujeto (2015), pero el grueso de la literatura psicológico-crítica citada por Holzkamp, existe únicamente en alemán.
Ahora se inicia, por fin, la traducción de la obra más importante de Holzkamp, la Grundlegung der Psychologie, a la que se refiere no sólo en Aprender, sino también en muchos de sus textos más breves. Sólo cuando se disponga de esta traducción, las lectoras y lectores de habla castellana podrán examinar por sí mismos la vía por la cual se elaboraron las categorías de la ciencia del sujeto y cómo se fundamentaron empíricamente; de este modo, también podrán comprobar el estado de este análisis siempre renovable, nunca acabado, cuyos «resultados […] permanecen en desarrollo» (Holzkamp 1984, p. 12).
Sin embargo, no existe labor editorial ni de traducción que pueda establecer el espacio práctico, históricamente concreto, que se abre en la lengua alemana cuando, profundizando en la lectura, no sólo se siguen las pistas que conducen hacia otros escritos, sino que se participa en círculos de lectura, de estudio y de investigación crítico-psicológicos. O existe una posibilidad análoga, o hay que establecer ese espacio de forma práctica. Pero saber que hay lugares donde se discuten estos y otros textos similares, que se trabaja con ellos y que sus contenidos se vinculan a una determinada perspectiva emancipadora, significa una diferencia fundamental para las lectoras y lectores que desean aprender algo nuevo pensando por su propia cuenta, y esto en relación con un texto cuya lectura puede suponer «un gran esfuerzo».
Esto, sumado a las dificultades derivadas de las diferencias gramaticales entre las lenguas, es una segunda razón para «ir» hacia los lectores hispanohablantes: oraciones excesivamente largas y «complicadas», por ejemplo, las divido en otras más cortas –generalmente dos o tres–, siempre que esto no afecte al sentido de la frase. Las frases más largas o incluso los pasajes que Holzkamp cita en inglés (por ejemplo, en Aprender) los traduzco al español y utilizo el inglés únicamente para los términos más cortos. En algunos pasajes saco los añadidos entre paréntesis de la frase y los inserto posteriormente, como oración independiente.
A diferencia de Tolman y Maiers, quienes en la primera traducción de textos crítico-psicológicos al inglés (1991) se guían por el latín y designan, por ejemplo, Handlungsfähigkeit como action potence, yo me baso en el significado de la palabra en el lenguaje cotidiano, político y jurídico respectivamente, y traduzco Handlungsfähigkeit como capacidad de acción. La definición de capacidad en el sentido de «Aptitud o conjunto de condiciones que posibilitan para la realización de algo» (Clave) y acción, precisamente en el sentido de aquello «que se hace o se realiza» (ibíd.), se corresponde suficientemente a la definición de Handlungsfähigkeit, por ejemplo: «En virtud de las precondiciones dadas, capaz, en condiciones de actuar o intervenir» (Duden, trad. SV). También la referencia ocasional a la noción de potentia agendi de Spinoza (Ethica, 1677) respalda esta forma de traducción. Las primeras traducciones la vertían al alemán como Vermögen zu wirken o Tätigkeitsvermögen y al castellano como potencia de obrar; y cuando hoy se discute en alemán del sentido de traducir el «concepto potentia agendi de Spinoza como ‘Handlungsfähigkeit’» (Reeling Brouwer 2001, 1169, trad. SV), esto coincide, ciertamente, con la discusión en torno a la traducción al castellano como capacidad de acción (cf. Reeling Brouwer/Markard 2022). Mientras que «potencia de acción» hubiera sido un término más bien raro, el uso del término «capacidad de acción» es comparativamente común en los países de habla castellana, como «Handlungsfähigkeit» lo es en los países de habla alemana, por ejemplo en las noticias políticas y económicas de los periódicos. En la medida de lo posible, deberían elegirse palabras que se correspondan con el original alemán en cuanto a su rareza o uso común. Al mismo tiempo, hay que evitar que la argumentación se vea sobrecargada por una elección rara de palabras (en la medida en que ésta tampoco exista en el original). El ejemplo de la traducción de la palabra «Handlungsfähigkeit» muestra cómo la decisión a favor de una palabra hace que se evoquen unas acepciones, mientras que otras dejan de estar presentes o, como he dicho antes, ya no «resuenan». El hecho es que ninguna de las alternativas disponibles en la lengua de destino puede llegar a corresponder completamente con las acepciones de la palabra en la lengua de origen.
Nuevas referencias (textuales)
La relación con los textos puede mantenerse viva, o hacer que, con el tiempo, pasen al olvido. Si las y los docentes de una universidad ya no utilizan el material, puede ocurrir, por ejemplo, que ciertos textos se retiren de las estanterías de la biblioteca. Si, por el contrario, las y los estudiantes quieren seguir utilizando los textos, pueden, por ejemplo, ejercer presión para que sigan a disposición de todas y todos. La estructura de los materiales disponibles y de las instituciones sociales formales e informales que se ocupan de un material, cambia con el tiempo. También las discusiones referidas en el texto están sujetas a cambios. Lo registrado queda obsoleto en relación con el estado actual de los conocimientos. Ciertas discusiones se olvidan o se dejan de lado. Otras pueden haber avanzado mucho más, y puede que algunas lectoras o lectores se refieran al texto como un documento histórico. En otros aspectos, los grupos de lectura, por ejemplo, pueden hacer hincapié en la actualidad del texto. En cualquier caso, a través de su traducción, el texto entra en un nuevo espacio. Todas estas referencias se establecen de nuevo.
Tomemos, por ejemplo, la referencia crítica de Holzkamp a la psicología hegemónica de Alemania. Se habla del mainstream psicológico (véase más arriba). Se trata de una relación que se refleja en los currículos o planes de estudio y que atañe, entre otras cosas, a las ideas dominantes acerca de la cientificidad, en conexión, por ejemplo, con la concesión de fondos para la investigación, las cualificaciones profesionales oficialmente reconocidas, etc. Según el país, esto puede ser –y seguramente será– relativamente diferente. En Argentina, por ejemplo, se entiende por psicología básicamente el psicoanálisis; allí también está presente, en los reglamentos de estudio de las principales universidades, lo que Holzkamp denomina «psicología S-R[10]» y «psicología de las variables», pero, en su conjunto, la relación es diferente.
El punto en el que todas las lectoras y lectores pueden encontrarse, sin embargo, es la crítica de la función de la psicología en cuanto ciencia de adaptación y control al servicio de los intereses capitalistas de valorización. Es ésta la crítica a una psicología que niega la capacidad de los sujetos para transformar las condiciones de sus vidas a través de la acción (colectiva), una psicología que reconoce la subjetividad a lo sumo como algo abstracto, aislado del mundo, y que por lo demás la considera un factor (de confusión) que debe ser controlado externamente. La profundización en el contenido textual probablemente conduzca a las lectoras y lectores hacia los enfoques de la psicología y también pedagogía marxista latinoamericana, en los que quizás ya hayan visto el respectivo tema en discusión.
En los seminarios de presentación y lectura de los textos de Ciencia marxista del sujeto en Argentina, Brasil y Chile, las y los participantes compararon y asociaron las cuestiones tratadas en los textos con las de la pedagogia da libertação de Paulo Freire, de la psicología social de la liberación de Ignacio Martín-Baró y también de la psicología social (psicoanalítica) de Enrique Pichon-Rivière, entre otras.
Otra referencia nueva, que no estaba prevista en el original, surge a nivel de las citas o de los autores citados en el texto. Se puede discutir si la traducción de las obras citadas es adecuada. Para algunas obras, existe una discusión al respecto, como en el caso de las mencionadas traducciones de Das Kapital. Así, cuando Holzkamp utiliza términos marxianos como Arbeitskraft (fuerza de trabajo) u objektive Gedankenformen (formas objetivas del pensar), la traducción enlaza con el debate en curso sobre cómo deben entenderse y, en consecuencia, traducirse estos términos.
En general, en la traducción, los pasajes citados deben examinarse siempre en el contexto de la fuente citada. A menudo resulta que el autor (en este caso, Holzkamp) no sólo cita, sino que también inserta expresiones del texto citado en la argumentación en torno a la cita. Esto nos ayuda a resolver la cuestión de cómo debe entenderse y traducirse el pasaje. Allí donde el autor cita textos traducidos al alemán, debería utilizarse siempre la versión en el idioma original. En el caso de un texto científico, tanto en la investigación como en el estudio, muchas lectoras y lectores querrán consultar la fuente original, por ejemplo, para buscar más información. Por eso, las indicaciones sobre el pasaje citado deberían referirse al original, a una versión en una lengua internacional o, preferentemente, a una traducción en la lengua de las y los lectores.
Si existen traducciones del idioma original al castellano, naturalmente, deberíamos preferirlas. Pero, en general, no hay que fiarse sólo de las traducciones.
Al comparar las traducciones de un mismo texto en dos idiomas, percibimos rápidamente si hay algo que no funciona en una de las versiones. En cuanto haya alguna duda, hay que comprobar el original. Eso que suena «extraño», ¿se debe a un error en una de las traducciones, o las traducciones en un idioma y en el otro han entendido el original de forma diferente?[11] En el primer caso, debemos corregir el error (indicando la redacción original, por ejemplo, entre corchetes o como nota a pie de página). En el segundo caso, habría que considerar a qué interpretación del texto se refería el autor que hizo la cita, ya que utilizó una traducción (en el caso de Holzkamp, al alemán) y no conocía (o al menos no mencionó) ninguna otra versión del mismo. Es posible que tengamos que modificar la traducción existente para mantener, en una especie de acto de equilibrio lingüístico, el tipo de expresión / interpretación utilizado por el autor que hizo la cita (al hacerlo, indicamos el cambio, por ejemplo, entre paréntesis junto a las demás informaciones bibliográficas).
En general, es necesario identificar las expresiones que Holzkamp adopta de diversas disciplinas, escuelas o enfoques –incluso cuando no aparezcan como citas– para entonces determinar cuáles son las expresiones que se manejan, de manera análoga, en la lengua de llegada. Estos pueden ser, por ejemplo, términos de Marx y del ámbito marxista, pero también de la antropología, fenomenología, etnología, etnopsicoanálisis, psicoanálisis y psicología. Al igual que un lector experimentado del texto original en alemán puede reconocer el uso de ciertos términos en el texto como una posible referencia, a veces incluso como un guiño a una autora o autor determinado, también en la lengua de llegada, las lectoras y lectores experimentados deberían ser capaces de reconocer esas referencias en el texto traducido.
Algunas alusiones o citas no explicitadas pueden perderse. Por ejemplo, cuando en la lengua meta, la traducción de un pasaje aún no ha llegado a ser tan conocida como para que las lectoras y lectores puedan identificarla si no se la designa en cuanto cita. En un pasaje de la «Nota a la nueva edición» de sus Lecciones de introducción a la lectura de «El capital», traducidas del alemán, W.F.Haug escribe, por ejemplo: «… hoy la historia universal nos sitúa con los pies en la tierra» (1974 b, p. 31). Pero el original decía «… sind wir heute welthistorisch Ernüchterte» (1974 a, p. 11), una expresión que, como me explicó el propio Haug, hacía alusión a un pasaje del Manifiesto comunista de Marx y Engels:
»Alles Ständische und Stehende verdampft, alles Heilige wird entweiht, und die Menschen sind endlich gezwungen, ihre Lebensstellung, ihre gegenseitigen Beziehungen mit nüchternen Augen anzusehen« (1848, p. 465).
Existe una cantidad de traducciones de este texto; en la de M. Vedda, este pasaje dice, por ejemplo:
«Todo lo establecido y estable se evapora, todo lo santo es profanado, y los hombres se ven, por fin, obligados a contemplar con una mirada sobria su posición en la vida, sus relaciones recíprocas.» (2008, p. 29)
Ahora bien, Haug no citaba directamente la frase de Marx y Engels, «mit nüchternen Augen», sino que hacía alusión a la misma, escribiendo «Ernüchterte». En la definición de ernüchtert, «liberado de una representación agradable o de una idea falsa» (Duden, 2021, trad. SV), se nota la cercanía al sentido que transmiten traducciones como la de Vedda («con una mirada sobria»), u otras, como la de Roces («con mirada fría», 2013, p. 55) tal vez también la de Alberti («con desilusión», 1967, p. 30 s.); en cambio, Ed. Progreso traduce «serenamente» (2007, p. 11). El caso es que ninguna de estas opciones, tampoco la nuestra («con los pies en la tierra»), nos permitía reestablecer, en el texto traducido, y de una manera reconocible para las lectoras y lectores, la referencia al citado pasaje de Marx.
El texto puede estar lleno de este tipo de referencias no indicadas. Claro que, a la inversa, no deberían sugerirse referencias allí donde no existan.
Buscando cómo traducir la expresión «geistiges Band», que utiliza Holzkamp en Lernen (1993, p. 248), encontré rápidamente un pasaje del Fausto de Goethe: «Fehlt, leider, nur das geistige Band». Si Holzkamp tenía la intención de hacer esta alusión, «geistiges Band» podría traducirse como «lazo espiritual», de acuerdo con una conocida traducción del Fausto: «…solo falta, por desgracia, el lazo espiritual». Pero por lo demás, esta expresión resultaba más bien extraña en el contexto puntual del análisis de los aspectos temático y operativo del aprendizaje del libro Aprender. La investigación reveló que la alusión era poco probable. En lugar de «lazo espiritual» traduje finalmente «geistiges Band» como «nexo cognitivo», lo cual no sólo encaja, sino que tiene más sentido en el contexto mencionado.
Sin embargo, en otro pasaje del libro Aprender, resultó que Holzkamp realmente parafraseaba esta frase del Fausto de Goethe. Se trata de elucidar, escribe allí Holzkamp, «las problemáticas […] del aprendizaje dadas en un caso concreto, para así aclarar cuestiones como: ¿qué tipo de superficialidad y fijación en lo inmediato se expresa en la cualidad del estado emocional de insatisfacción dado con la problemática de aprendizaje? ¿Cuáles son sus rasgos dominantes? ¿Me he dispersado debido a lo difuso que me resulta el objeto de aprendizaje? ¿O tal vez solo tengo entre manos sus partes?» –Esta última fórmula, precisamente, hace alusión a Fausto I, donde Mefistófeles dice al estudiante:
«Aquel que quiera conocer y describir algo vivo/ debe tratar primero de eliminar el espíritu/ entonces, tendrá en sus manos las partes/ tan solo falta ¡desgraciadamente! el lazo espiritual.» (Goethe, 1808, Fausto I, escena en el «Cuarto de estudio», vv. 1936-1939).
Ciertas señales ya no se reconocerán en la traducción, y puede ser que la elección de palabras en la lengua de destino también propicie asociaciones que no surgían para las lectoras y lectores en la lengua original. Se trata de ser conscientes, en la medida de lo posible, de ambas posibilidades.
Al traducir, se decide qué interpretación de los términos de otros autores que aparecen en el texto se transmitirá. Se utilizan o rechazan traducciones existentes. Si existen varias traducciones de un texto, tal vez se dé preferencia a una de ellas. Mediante todas estas decisiones, el texto entra en una discusión que no estaba prevista en el original.
Ambigüedades
Como dije al principio, la obra «crítica» de Holzkamp se orienta hacia su inteligibilidad. No obstante, en el trabajo de traducción se hicieron visibles, una y otra vez, pasajes ambiguos y poco claros que había pasado por alto en una primera lectura. Quizás al principio había estado demasiado ocupado en captar siquiera, y no perder de vista, las complicadas relaciones e interconexiones. Por su enfoque, pareciera que «cada paso de un punto al siguiente» ha de resultar «verificable», de una manera análoga a la señalada por Haug con respecto a El Capital. Pero la traducción también debe verificar y comprender los detalles de cada paso: por un lado, puede ser que un pasaje concreto me parezca poco claro sólo a mí. Por otra parte, no se puede descartar que el propio Holzkamp –intencionalmente o no– se exprese de manera ambigua. Cuantos más aspectos se ponen en relación en una frase, más difícil parece una formulación clara del conjunto. Además, los textos de Holzkamp nunca fueron «pulidos» desde una perspectiva redaccional, ni editorial. Como dije, no se llegó a una fase en la que se considerara cómo se podría escribir, desde el primer momento, de manera traducible. Parecía más importante publicar los textos y hacerlos accesibles a las lectoras y lectores ya existentes, que elaborarlos más desde un punto de vista editorial.
Así, mi análisis del libro «Aprender», iniciado para su traducción, se convirtió en la base de una nueva edición corregida del texto en alemán. La fe de erratas elaborada a tal efecto sólo recoge, naturalmente, faltas de ortografía, información bibliográfica faltante o incorrecta, omisión de palabras en las frases, y cosas por el estilo. En cambio, una verdadera elaboración editorial del texto habría requerido reformulaciones que sólo podrían haberse realizado con el autor. Para la traducción, sin embargo, me vi obligado a reformular frases difíciles y poco claras, en conversación con miembros del círculo crítico-psicológico en torno a Holzkamp[12]. Para ilustrarlo, citaré el ejemplo de un pasaje de Lernen:
Original:
«Aufgrund der körperlichen Eingebundenheit meiner Situiertheit auf die Welt und mich selbst ist mein Zugang zu deren realer Bedeutungshaftigkeit nicht nur durch meinen jeweils raumzeitlichen Standort und die sich daraus ergebende Perspektive bestimmt und beschränkt, sondern auch durch die allseitige Undurchdringlichkeit der stofflichen Realität, die meinen Intentionen und deren Handlungsumsetzung als meiner Verfügungsmöglichkeit entzogene bloße Faktizität Schranken setzt und Widerstand leistet …» (1993, p. 254)
Una versión relativamente «ceñida» al original, podría traducir, por ejemplo:
«Debido a la integración corporal de mi situacionalidad al mundo y [a] mí mismo, mi acceso a la cualidad significativa real del mundo no solo es restringido por las limitaciones que le imponen mi situación corporal concreta, mi emplazamiento espacio-temporal y las perspectivas que implica, sino también por la cualidad siempre impenetrable de la realidad material que, en cuanto mera facticidad que se sustrae a mis posibilidades de control, opone resistencia y le impone barreras a las acciones con las que intento llevar a la práctica mis intenciones…»
La traducción final dice:
«Mi situación corporal concreta, mi emplazamiento espacio-temporal y las perspectivas que implica no son las únicas limitaciones que restringen mi acceso a la cualidad significativa real del mundo. También lo limita la cualidad siempre impenetrable de la realidad material en cuanto mera facticidad que se sustrae a mis posibilidades de control, opone resistencia y le impone barreras a las acciones con las que intento llevar a la práctica mis intenciones.» (2023, pp. 362 s.)
La reformulación que sirvió de base para esta traducción, fue el resultado de una investigación y una discusión de fondo que no abordaremos aquí. Se trata únicamente de dar una idea del tipo de problema de traducción y «solución» en cuestión. Uno de los puntos planteados en este ejemplo es la traducción del concepto de Situiertheit, es decir, estar-situado, integración en un contexto, que Holzkamp introduce en Lernen (1993, p. 253) haciendo referencia a Maurice Merleau-Ponty y Jean Lave. En inglés es común la traducción situatedness, en castellano existe el neologismo situacionalidad. Aunque menos común, ha sido utilizado por autores como Paulo Freire (de un modo que, a mi parecer, se acerca al de Holzkamp; cf. Freire 1970, p. 14). En el contexto de la frase de nuestro ejemplo, se habla de «körperliche Situiertheit», es decir, «situacionalidad corporal». Ahora bien, al parecer, se confundieron diferentes versiones en la frase. ¿Es posible que los restos de una versión anterior se hayan quedado en ésta? El habla de la «integración corporal de mi situacionalidad [corporal]», por ejemplo, contiene una especie de redundancia, ya que situacionalidad significa, precisamente, la integración en un contexto. También la «Situiertheit auf die Welt und mich selbst», que aquí traduje como «situacionalidad al mundo y [a] mi mismo» refuerza la impresión de un error, de una formulación aún no pulida o terminada. Algo falta, para que la combinación de preposición auf, artículo die y sustantivo Welt tenga sentido, ¿tal vez querría decir «Situiertheit mit Bezug auf die Welt…», es decir, situacionalidad con referencia al mundo?
A partir de la discusión y el análisis en el círculo de Psicología Crítica, decidí desarrollar una comprensión que me permitiera llevar esta y otras frases a formulaciones comparativamente acabadas que reflejaran «adecuadamente» el planteamiento del autor. –Sin embargo, sería igualmente concebible un enfoque de traducción que se esfuerce en transmitir el aspecto inacabado y ambiguo de los textos.
Conclusión
Traducir a Holzkamp significó, con frecuencia, empezar por llevar sus textos a una forma traducible. Se trata de transmitir lo que se dice, de tal manera que las lectoras y lectores del nuevo ámbito lingüístico puedan aproximarse a la argumentación de Holzkamp. La intención del texto en alemán, lo que quiere hacer «trazable» y transparente en la lengua de origen, también ha de hacerse trazable y transparente en la lengua de llegada. Por un lado, me esfuerzo por desarrollar y trasladar una comprensión profunda del texto, incluidas sus contradicciones. Y, por otra parte, existe una intervención formal de carácter cuasi-editorial frente a lo que Leóntiev (1977, p. 12; véase más arriba) llamó un «estilo extremadamente complicado». Esto no significa que la intervención pretenda simplificar lo que es complicado, si se trata de la comprensión, por ejemplo, de una interconexión o relación. La interconexión y la relación complicadas han de volverse traducibles: subdivisión de oraciones demasiado largas, reformulación parcial (como en nuestro ejemplo de la oración de Lernen / Aprender, Holzkamp 1993, p. 254) sobre la base de una discusión que permita captar de la manera más precisa posible el argumento textual, traducción al castellano de pasajes extensos que en el original se citen en inglés, etc.
La historia de las traducciones de obras fundamentales, como la de Das Kapital, demuestra que con el tiempo puede surgir una generación de lectoras, lectores, traductoras y traductores interesados en una traducción crítica de la obra. La traducción de Scaron, de 1975, intenta incluso unir las distintas versiones o ediciones del primer volumen de El Capital mediante un aparato, en una «primera aproximación a una edición crítica» (véase la «Advertencia del Traductor», en El Capital, 1975, p. XI).
En mis traducciones de Holzkamp –incluida la traducción de su obra principal, la Grundlegung der Psychologie, recién iniciada– sólo puedo perseguir un objetivo más modesto. Me oriento a hacer accesible la argumentación de Holzkamp, para las lectoras y lectores de habla castellana, sobre la base de una comprensión lo más exhaustiva posible. Sólo en la medida en que esto tenga éxito, tiene sentido que intente, al mismo tiempo, una traducción literal. Una literalidad incapaz de transmitir lo que se quiere decir, no sería tal.
Se trata de que las lectoras y lectores, partiendo de su interés en una perspectiva emancipadora en la psicología, puedan verificar, por sí mismos, el curso de las argumentaciones y desarrollos crítico-psicológicos de Holzkamp, trazarlos y re-pensarlos desde sus perspectivas en relación con el mundo. Tal vez entonces, a través de sus conocimientos, cuestionamientos, comentarios y críticas, surjan nuevas referencias y puntos de vista que nos ayuden a pensar, desde una perspectiva humana y de un modo efectivo, la transformación de nuestras condiciones de vida en común, hoy tan urgente. Espero que mis traducciones contribuyan a hacer realidad esta posibilidad.
Abreviaturas
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Referencias
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Notas
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Conocimiento sensorio. ↑
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Fundamentación de la psicología; en lo sucesivo citado como Grundlegung. ↑
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En el contexto psicológico-crítico, escribe Holzkamp, la palabra «‘crítica’ se deriva de la ‘Crítica de la economía política’» (1978, 248 s.) y significa: 1) desarrollo crítico, reconstructivo-genético de los conceptos psicológicos, 2) crítica, por esta vía, de los errores de la psicología existente con respecto al objeto investigado, incluida la función de tal psicología en cuanto ciencia al servicio de la adaptación y el control, y 3) crítica de las relaciones sociales en las que resulta funcional tal psicología. ↑
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Entre las reconstrucciones más representativas de este tipo cuentan, p. ej., las de Holzkamp (1973), H.-Osterkamp (1975-76), Schurig (1975-76) y Holzkamp 1983a. ↑
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También Erich Wulff (2006, p. 146) describe vívidamente la experiencia de su primera lectura de Sinnliche Erkenntnis: «las oraciones en forma de lombriz solitaria, en las que tenía que encontrar y conectar laboriosamente el sujeto, el objeto, los determinantes adverbiales y, por último, el predicado, me cansaban y exasperaban tan a menudo que, cada dos por tres, me sentía tentado a dejar de lado el libro. Pero su proyecto […] de investigar la percepción desde una perspectiva materialista histórica me fascinó tanto que seguí estudiando laboriosamente, frase por frase, […] las más de 400 páginas. […] Los años siguientes leí con gran provecho la mayor parte de lo que Klaus Holzkamp escribió después de Sinnliche Erkenntnis, con mayor intensidad, naturalmente, su Grundlegung der Psychologie». ↑
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También en los demás ejemplos que a continuación se introduzcan en el presente trabajo, se modificarán las cursivas tanto del original alemán como de las traducciones, subrayando únicamente las palabras que ilustran el problema de traducción de cada caso. ↑
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En este ejemplo modifiqué las cursivas, subrayando únicamente las palabras Gegenstand y Objekt, así como sus respectivas traslaciones. También suprimí las palabras alemanas que Roces y Echeverría introducían entre corchetes. Son visibles, naturalmente, otras diferencias entre las interpretaciones de este pasaje por Roces y Echeverría, pero no atañen la cuestión aquí ilustrada. ↑
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Con respecto al problema de la «antropomorfización del comportamiento animal mediante conceptos psicológicos», véase también Schurig 1975 b, p. 146 ss. ↑
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No trataremos aquí en detalle las investigaciones realizadas en torno a la traducción de este par conceptual. Su traducción recoge las posibles referencias de los términos aplicados en alemán, como el uso de la palabra Deutung/deuten en el contexto psicoanalítico y la palabra Begriff/begreifen en Marx. ↑
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S-R: Stimulus-Response. ↑
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La impresión que surge de la lectura de dos buenas traducciones de un mismo texto (como en el caso, por ejemplo, de las interpretaciones / traducciones de Das Kapital por Scaron, 1975, y por Sacristán, 1976) puede compararse a la sensación espacial que produce la visión estereoscópica; «a menudo nos llevan a ver el original desde puntos de vista distintos» (Eco, 2009, p. 322). ↑
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Lo ideal es que el traductor resuelva la cuestión del «cómo» en conversación con el autor. Si esto no es posible, hay que consultar a expertos en la materia, para discutir al menos los pasajes difíciles. En este sentido, en mis traducciones de Holzkamp, trabajé estrechamente con su círculo más cercano: con Morus Markard traté especialmente cuestiones metodológicas y del análisis categorial, con Ute Osterkamp cuestiones relativas a la motivación, emocionalidad y crítica del psicoanálisis, y con Gisela Ulmann sobre todo el tema del aprendizaje. ↑